Targetmaps

Economía moderna: ¿Cómo el GPS se volvió invaluable en solo 3 décadas?

Probablemente, quienes recuerdan el mundo pre-GPS dirán, con razón, que no era tan terrible; pero hay que tener en cuenta que ahora el mundo está organizado contando con ese sistema y varias cosas que ya se volvieron costumbre eran imposibles antes de que existiera, ¿qué pasaría si dejara de funcionar?

Sin GPS, los servicios de emergencia tendrían dificultades: los operadores no podrían localizar a las personas que llaman con solo la señal de su teléfono o identificar la ambulancia o el coche de policía más cercanos.

Habría caos en los puertos: las grúas de contenedores necesitan GPS para descargar los barcos.

Habría estantes vacíos en los supermercados y fábricas inactivas, mientras que productos y partes esperan, deteriorándose, ser entregados, pues sus sistemas logísticos “justo a tiempo” se detendrían.

El método “justo a tiempo” o JIT (por sus siglas en inglés “just in time”) esencialmente permite que los suministros lleguen a la fábrica o los productos al cliente poco antes de que se usen y solo en las cantidades necesarias. Y el JIT depende del GPS.

La agricultura, la construcción, la pesca, la agrimensura son otras industrias que se verían inmediatamente afectadas.

ALTOS COSTOS PARA EL MUNDO SIN GPS

Para tener una idea de la dimensión del problema, un informe del gobierno de Reino Unido estableció que el costo de la falta de GPS sería alrededor de US$1.000 millones por día durante los primeros cinco días.

Si se extendiera por mucho más tiempo, tendríamos que empezar a preocuparnos por el funcionamiento de otros sistemas, pues el GPS no solo es un servicio de ubicación, es también un servicio de tiempo.

El sistema consta de 24 satélites que llevan relojes sincronizados con un grado extremo de precisión.

Cuando tu teléfono inteligente usa GPS para ubicarte en un mapa, está captando señales de algunos de esos satélites, y está haciendo cálculos basados ​​en el momento en que enviaste la señal y el lugar en el que estaba el satélite.

Si los relojes de esos satélites se desincronizan por una milésima de segundo, tu ubicación puede errar en 200 km o 300 km.

Piensa en las redes telefónicas: tus llamadas comparten espacio con otros a través de una técnica llamada multiplexación: los datos se marcan, se mezclan y se descifran en el otro extremo.

Una falla de solo un 100.000 de segundo puede causar problemas. Los pagos bancarios, los mercados bursátiles, las redes eléctricas, la televisión digital, la computación en la nube, todo depende de diferentes ubicaciones que suceden en un momento específico.

Si el GPS fallara, ¿qué tan bien y con qué amplitud, y durante cuánto tiempo los sistemas de respaldo mantendrían esos diversos sistemas funcionando?

La respuesta poco tranquilizadora es que nadie parece saberlo.

¿CÓMO NACIÓ EL GPS?

El primer satélite GPS se lanzó en 1978, pero no fue hasta la primera Guerra del Golfo, en 1990, que los escépticos se convencieron de su utilidad.

Cuando la Operación Tormenta del Desierto se enfrentó con una tormenta de verdad en el desierto, y la arena arremolinada redujo la visibilidad a 5 metros, el GPS le permitió a los soldados marcar la ubicación de las minas, encontrar el camino de regreso a las fuentes de agua y evitar interponerse en el camino del otro.